Cuando leo noticias sobre otros países en las que aparecen blancos y negros, o incluso indígenas...siempre me llevo la misma impresión. Hay distinción entre unos y otros. O esa imagen es la que nos queda. La imagen de las diferentes razas siempre se representa de la misma manera en documentales, reportajes y libros. La imagen de un negro delincuente, de los niños con la piel más oscura sucios y con ropa en mal estado, y en cambio los niños blanquitos son niños de bien, de familias bien y sin contacto con la delincuencia.
Evidentemente, esa imagen es falsa, está distorsionada. Porque en el mundo existe de todo. Y si nos esforzamos leyendo un poco podemos descubrirlo. Pero aún así, la imagen es la misma, y eso crea prejuicios ante los demás, y así, nos equivocamos. Cuando crecemos, lo hacemos con esa imagen de la diferencia de color, y así pase, cuando estamos en nuestra ciudad tenemos el valor de distinguir entre unos y otros, y opinar si el que llega o el que se va se merece más honores que los demás.
En el vídeo que he mostrado unos renglones más arriba se ve como un niño de no más de dos años ya tiene esa imagen en la cabeza. La imagen que nos llega de las razas desde que nacemos.
Me gustaría que esa imagen cambiara, y creo que sólo puede conseguirse si a los más pequeños les enseñamos a ver diferente, a ver que el que está a su lado es de otro color, y que sí, que es diferente, pero tiene muchas cualidades, como él. Y que obvio, también tiene los mismos derechos.
Pero ese trabajo de enseñar a los más pequeños se queda en nada cuando los más mayores no hacemos el esfuerzo ni cambiamos. Si nosotros cuando vamos por la calle y vemos alguien de otro color lo miramos con ojos de distinción no conseguiremos que los niños no distingan entre colores.
Tenemos que empezar nosotros a ver los colores como una cualidad del mundo, cualidad que hace el mundo más plural, más original y con más opciones de compartir y aprender.
Buena inauguración!!
ResponderEliminarTe ánimo a que sigas revolviendo nuestras conciencias!! Te dejo esta artículo que leía ayer, espero que te guste y te inspire un próximo post!
http://www.ucm.es/info/especulo/numero24/racismo.html
BSS
Totalmente de acuerdo, hay que enseñar desde el principio. Los niños han de saber que uno no es más ni menos por una diferencia de color, y cuanto antes se lo enseñemos mejor. Pero en el fondo, es tan triste que tengan que aprender algo que debería salirnos de forma natural....
ResponderEliminarComo Alba, te animo a que sigas contándonos las verdades del mundo.
Un besito
Me incorporo tarde a comentar este genial espacio. En lo referente a la crítica y discurso mantenido sobre la diferencia racial, creo que has dado en el clavo.
ResponderEliminarSin duda es una diferencia existente, que unas veces llega a ser dura. Es una diferencia real natural y no despreciable.
A mi parecer es solo una diferencia de envoltorio (permítanme la expresión). Un envoltorio llamado piel, que no hace sino enriquecer el mundo.
Que aburrido sería si todos nos quedáramos iguales, si todos fueramos los mismos. En el fondo todos somos seres humanos y la riqueza del conjunto, reside en ese color, en esa variedad, en esa multiculturalidad.
El problema no reside en el color, o en la visión que se nos da, sino que esa variedad del color la vemos como algo peyorativo, mas que como un enriquecimiento.
Sinceramente, pienso que el problema no está tanto en la imagen que se nos da, sino en la visión y recepción de esa imagen. En el valor que cada uno le da, y en la falta de actitud crítica a la hora de recibir esa imagen.
Nata genial publicación, sigue así muchisimo ánimo
Sí, enseñar. Esa es la clave. Y como dices, los primeros en aprender tenemos que ser nosotros para transmitirlo después.
ResponderEliminarPor eso, hay que empezar por cosas pequeñas, además de con nuestra mirada. No hay que decir "dinero negro", ni "no me seas moro" o "te engañaron como a un chino" o contarle a un amigo que la noche anterior viste como un "boliviano" borracho iba gritando por la calle, ¿Si hubiese sido un español hubieses detallado su nacionalidad de primeras, sin necesidad? Todos esos gestos y muchos más nos hacen ser como los niños del vídeo, así que no podemos pretender educar desde esa perspectiva. Sí, el cambio empieza en nosotros.
¡Ánimo, Nat, que este blog se convierta en un espacio de diálogo y debate!
Mmua!